Camino al Meta, en busca de los Sikuanis

Camino al Meta, en busca de los Sikuanis

El pasado fin de semana del 23 de febrero realizamos la primera salida de campo a conocer una de las comunidades con las cuales trabajamos en ManoSabia.

Esta vez fue la comunidad indígena Sikuani, ubicada en el departamento del meta a 350 km desde Bogotá, atravesando montañas, valles y llanos, nuestro hermoso territorio colombiano nos ofreció pastizales de arroz, cañaverales, ríos y rebaños de ganado, que nos llevaron a una región árida de arenas amarillas donde vive no sólo esta comunidad sino también otras etnias como los Piapoco, los Guayaberos y otras más. Las diferentes comunidades se agrupan en zonas llamadas resguardos que son básicamente un conjunto de casas de piso de tierra con paredes de madera y tejas de zinc. Me sorprendió la limpieza del resguardo y a pesar de la resequedad de la zona, tenían árboles y flores que reflejaban la importancia para ellos del entorno, lo cual lo asocié inmediatamente con lo que leí acerca de su forma de vida, en la que establecen bajo un respeto admirable por la naturaleza, un equilibrio permanente entre ella y el hombre.

La carretera nos llevó hasta el final del camino donde termina el asfalto y los caminos de arena nos adentraron al resguardo Guacoyo donde nos recibió Diana y Ramiro Moreno hijo, una pareja indígena joven con cuatro hijos a quienes tenía muchas expectativas de conocer personalmente. Dianita como le digo de cariño por la relación comercial que hemos desarrollado me había pedido ropa y libros infantiles para leerles a los niños de la comunidad, así que gracias al apoyo de algunas personas logramos entregarles una caja con varias de estas cosas. Este aporte pequeño a la luz de mis ojos, pero grande para ellos, me hizo reflexionar sobre lo grande y satisfactorio que es trabajar en equipo para sumar esfuerzos y ayudar.

Nos sentamos en un banco afuera de una de las casas donde poco a poco fueron llegando tíos, hermanos y sobrinos de la familia Moreno liderada por el chamán y maestro artesano Ramiro Moreno Padre. Nos compartieron su forma de ver el mundo, su cultura, su cotidianidad y cómo decidieron organizarse como familia para generar ingresos equitativos a partir de sus artesanías. Los mayores mantienen la unión familiar y transmiten no sólo los conocimientos ancestrales de su cultura a los más jóvenes, sino que también les enseñan el arte de tallar la madera con tal sentido de orgullo sobre esta tradición, que se reconocen más que artesanos como maestros.  

Con el machaco que es la madera que usan, realizan diferentes piezas, algunas de las cuales hacen parte de los rituales que todavía practican. Entre los objetos que realizan están las canoas, los tapis o bancos sagrados, los bastones de mando y también figuras de animales, estos son pintados con tinturas naturales y tallados con diferentes pintas que representan mensajes simbólicos de su cultura. De ahí el orgullo que ellos sienten por este oficio porque más que una técnica desarrollada que exige precisión y detalle, son mensajes acerca de su cosmovisión los que plasman en estos objetos.

Me llevo de esta visita dos grandes aprendizajes que les quiero compartir, el primero tiene que ver con lo que podemos aprender de esta cultura y es el de disfrutar del ahora, cuando les pregunté cómo nos veían a nosotros los blancos (como ellos nos dicen a los que vivimos en la ciudad), nos contestaron que perciben que nosotros vivimos en un afán permanente y pensando siempre en el futuro, en acumular para un después. Entonces tal vez el mensaje es la búsqueda del equilibrio, es verdad que cada uno tiene una situación de vida dada por su pasado, por sus intereses, también por el libre albedrío, así que creo que la vida se trata justamente de buscar más “ Ser” y no “Tener”, el tener llega por añadidura, pero no es la esencia.

El segundo aprendizaje, es el de la fuerza que tiene ser comunidad y estos indígenas sí que viven esta palabra en todo su significado, trabajan juntos para un bien común. El conuco o pedazo de tierra en el que ellos siembran es un espacio de todos, todos trabajan y todos recogen.

Esta visita nos llenó de fuerzas para continuar trabajando para dejar una huella, ManoSabia es el pretexto para seguir aprendiendo, para seguir buscando oportunidades que generen prosperidad. El compromiso es grande, pero la fuerza del corazón que nos lleva a luchar cada día por este sueño se materializa poco a poco y conectarnos con quienes hacen parte de él, nos llena de entusiasmo para continuar armando el rompecabezas.

AGO.

 

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